Pablo Montalbetti participó en conversatorio “Impacto de la situación actual en el futuro de la empresa” organizado por APD
El decano de la Facultad de Administración y Negocios de la UTP, Pablo Montalbetti, fue invitado como ponente al conversatorio “Impacto de la situación actual en el futuro de la empresa”, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).
En el evento, también participaron Inés Temple, presidente ejecutivo de LHH DBM Perú & Chile, y Raúl Alcalde, presidente ejecutivo de Scharff. Fue presentado por Luis Bustamante, presidente de APD, y Mariano Zegarra, socio principal Advisory de KPMG en el Perú.
Montalbetti destacó que es importante analizar las lecciones que estamos aprendiendo de esta coyuntura, enfocándose en cada uno de los roles que desempeñamos en este tiempo, sea como empresario, colaborador o miembro de una familia. Él señaló que estas lecciones las adquirimos de dos formas: por reacción y por convicción.
“Actuar por reacción significa que hemos sido influenciados por terceros para actuar, tanto desde la perspectiva familiar, laboral o social (amigos, medios de comunicación o redes sociales), mientras que actuar por convicción es buscar una real transformación personal por lo que hago, donde la fuente es mi propia iniciativa, porque necesitamos hacerlo por nosotros mismos”, comentó.
Él explicó que es importante reconocer estos dos tipos de lecciones para analizar qué nos está llevando a la transformación personal, si la convicción o la reacción. “La reacción implica mejoras, la transformación es una reinvención”, aclara.
La transformación personal
Pablo Montalbetti destacó que para transformarnos es importante entender algunos principios básicos que nos permitirán hacerlo de manera efectiva: Aceptar la realidad, desear, saber y conocer y, finalmente, poder.
“Es importante aceptar la realidad y entenderla, reconocer que viene para quedarse. Estoy seguro de que la post-pandemia nos va a permitir tener una sociedad más justa, madura, solidaria, centrada en los valores de la persona y, ojalá, con una verdadera inclusión social”, señaló.
En tanto, explicó que el deseo tiene una gran relevancia debido a su connotación aspiracional, la que “nos puede llevar a cosas más exigentes y retadoras”. También destacó la importancia de saber y conocer. “Para investigar nuevas actitudes y comportamientos, para tener agilidad en la toma de decisiones”, apuntó.
En cuanto al poder, el decano señaló que “siempre pensamos en decidir o hacer, dos palabras que no son sinónimos, cuando el poder se encuentra en un punto medio entre ambos”. “Es necesario pasar de la reacción a la verdadera transformación personal. Bajo los principios de aceptar, desear, conocer, decidir y hacer”, agregó.
Sobre las competencias
Montalbetti explicó que las competencias son la suma de tres factores, las habilidades, los conocimientos y las capacidades de una persona. Asimismo, indica que existen dos formas de clasificar las mismas: como hard y soft o como personales, interpersonales y profesionales.
“La primera es una clasificación que probablemente necesite reevaluarse porque, paradójicamente, hoy las habilidades blandas son las más hard, probablemente siempre las fueron y las serán en el futuro”, detalló.
En tanto, explicó que en la segunda clasificación se entienden como personales a la autoconfianza, adaptabilidad, automotivación, capacitación, entre otros. Como interpersonales a la comunicación empática, negociación, trabajo en equipo, operación y demás. Mientras que las profesionales son el compromiso con la organización, orientación al cliente y visión global.
“Las competencias son la piedra angular. No es que existan nuevas competencias, es que siempre estuvieron ahí y no nos dimos cuenta o importancia. Aunque parezcan básicas, siempre serán necesarias y debemos seguir trabajándolas siempre”, concluyó Pablo Montalbetti.
Otras conclusiones
Inés Temple analizó el impacto en la reconversión laboral y los equipos de trabajo. “El liderazgo se ha convertido en el nuevo reto para las fuerzas de trabajo, es necesario tener en cuenta que lo más importante en las organizaciones serán las personas, no las hojas de Excel”, comentó.
Por su parte, Raul Alcalde compartió su punto de vista, desde su experiencia, sobre el impacto de la crisis en el sector empresarial. “No solo basta con tener una oferta de productos y servicios atractiva, sino ofrecer comodidad al usuario, ofrecerle la oportunidad de contactarle por donde ellos se sientan más cómodos. Repensemos nuestros canales”, recomendó.