Una de las consecuencias que ha causado la crisis sanitaria a nivel mundial, es romper con la rutina. El estilo de vida que habíamos adoptado ya no está más. Por ende, nuestras actitudes y estados de ánimo han cambiado.

En una conferencia virtual organizada por la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque y el Campus UTP Chiclayo, la directora de la Escuela de Postgrado de la UTP y experta en neuromarketing, Liliana Alvarado, analizó cómo estos cambios repercuten en nuestro cerebro.

Rutina y zona de confort

“Hemos salido de la zona de confort y, lo más importante, es que hemos perdido nuestra rutina”. Es lógico que, si nuestro entorno ha cambiado, también lo haga nuestro comportamiento. Sin embargo, para Liliana, toda persona puede adaptarse al cambio sin importar la edad.

“Siempre se habló de cambios, pero es la primera vez que el cambio nos ha tocado directamente a nosotros como personas. Por supuesto que nos ha llenado de miedo y, ¿qué pasa con el miedo? El miedo te puede llevar a la acción”.

Cambio de “chip”

Liliana asegura que el hombre tiene que transformar sus actitudes para construir una nueva normalidad y todo empieza con la solidaridad. “Debemos cambiar el chip, pasar de la individualidad a la solidaridad. Hoy en día, mi seguridad no depende solo de mí, sino también de los demás. De la capacidad de cuidarnos y de cuidar a quién nos rodea”.

Emoción - Pensamiento – Actitud – Comportamiento

Cualquier estímulo que va a ser detectado por el cerebro, tiene que activar alguno de los sentidos. Si hay una sensación que se ha manifestado, automáticamente hay una emoción relacionada. Esto conduce a un pensamiento y qué actitud se tomará respecto a ello. Lo que finalmente llevará a un determinado comportamiento y este repercutirá nuevamente en las emociones.

“Cualquier conducta que tenemos, no se realiza sin antes pasar por la emoción, todo comienza ahí. Si ante esa emoción piensas de manera negativa, esto te llevará al rechazo. Tú decides cómo administras las emociones, no depende de nadie más que de nosotros”, comenta Liliana Alvarado

Incertidumbre

“Nos llenamos de incertidumbre y no hay nada peor para nuestro cerebro que no saber qué va a pasar mañana”. Aun así, el ser humano es responsable de las actitudes que pueda adoptar frente a la cuarentena, como el tipo de información que consume, las actividades que desarrolla, las costumbres que va adquiriendo.

“Hay un futuro que está esperando por nosotros. Debemos ser solidarios, audaces y comenzar a pensar en nuevas oportunidades. En replantear para salir adelante y dar ejemplo de liderazgo”, finalizó Liliana.